Crear una aplicación para móvil no es una tarea fácil. Aunque actualmente, la creación y programación de estas aplicaciones se ha ido facilitando a medida que han ido apareciendo nuevas herramientas y frameworks, siempre hay ciertos patrones e ideas que hacen que una aplicación se use más o menos, o sea más o menos agradable a la hora de usarlo. Si a esto le sumamos que esta aplicación va a ser usada por niños menores de 3 años, aunque no lo parezca, aún dificulta más la creación de estas aplicaciones, hay que pensar de forma distinta a lo que se hace normalmente, simplificar aún más lo simplificado, para que el niño trabaje a gusto con la tablet o smartphone. Para ello Barrio Sésamo ha creado un pequeño documento para guiarnos un poco sobre cómo han de ser y como han de funcionar las aplicaciones educativas para niños.
QUÉ QUEREMOS CONSEGUIR CON LAS APLICACIONES EDUCATIVAS
- Estos puntos e ideas están pensados para niños de preescolar, de manera que se les puede empezar a dar una educación inicial antes de que den sus primeros pasos por las escuelas a través de experiencias y actividades que puedan ser de su interés. Por lo tanto el diseño visual ha de llamar la atención de los niños.
- Tenemos que asegurarnos de que su experiencia digital ha de ser estructurada, sistemática e intuitiva. Se tiene que conseguir que les entretenga a la vez que les educa.
DISEÑO DE JUEGOS PARA NIÑOS
Nada más empezar, empieza saludando al usuario, ya sea con el personaje o a través de una voz.
Marcales un objetivo a conseguir y cómo conseguirlo.
En los tiempos en los que el niño no hace nada, márcale qué pasos ha de seguir, es una forma de llamarle la atención para que continúe jugando.
La mayoría de gente aprende a través de los errores y los niños no són una excepción. Utiliza video y audio para enseñarle al niño en que se ha equivocado para que pueda volverlo a intentar. Si el niño sigue sin acertar, facilítale las cosas para que descubra la respuesta correcta y, en el caso de que no acierte, facilítaselo aún más, o incluso, muéstrale la respuesta para que pueda seguir jugando.
Felicitar al niño con los mayores estímulos posibles, ya sea audio como efectos visuales, repitiéndole su respuesta correcta cuando acierta hace que el niño siga motivado y con ganas de continuar. Cosas tan simples como, por ejemplo, decirle al niño una frase como: “¡Muy bien!¡Esa es la letra A!”.
Como los niños de preescolar normalmente no saben leer, las ayudas han de ser lo más visuales posibles y con un diálogo por voz, y es aconsejable poner un menu para padres, para que así puedan ayudar al niño si tienen cualquier duda a la hora de jugar y para colocar todas las opciones del juego, como activar o desactivar audio, cambiar idioma, …